- Plan Director de Vivienda 2013-2016
Plan Director de Vivienda 2013-2016
Plan Director de Vivienda 2013-2016.
Frente a otros planes anteriores, el nuevo plan apuesta por el alquiler y la rehabilitación urbana para atender las necesidades de un mercado condicionado por la crisis. El Plan cuenta con una dotación presupuestaria de 460 millones de euros para los próximos cuatro años.
La crisis económica ha dibujado una realidad de Euskadi bien distinta a la de hace unos años, con más personas con dificultades para encontrar o mantener su empleo y afrontar el pago de la hipoteca. Este cúmulo de dificultades ha provocado una disminución de la demanda de compra de vivienda y una oferta excedentaria de viviendas sin vender.
El Departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda ha tenido muy en cuenta este nuevo escenario al redactar un Plan director que parte de una premisa fundamental: el valor de la dignidad de las personas, en cuanto a que éstas merecen tener un lugar donde desarrollar su vida.
En este sentido, el Plan plantea constituir un parque de vivienda protegida que de respuesta a las necesidades de la sociedad, con variedad de condiciones de uso y disfrute y una dimensión adecuada en cada uno de sus formatos. En especial se actuará sobre el parque edificado propiciando un cambio en el modelo de generación del parque de viviendas y en la gestión del mismo, atendiendo de manera especial a las situaciones de emergencia social derivadas de la situación económica.
Sobre esta base, el Plan priorizará las actuaciones de alquiler de vivienda frente a la propiedad, potenciará las actuaciones sobre el parque edificado, y promoverá la rehabilitación, renovación y regeneración urbanas, especialmente las actuaciones que tienen como objetivo la mejora de la sostenibilidad y el ahorro energético. Así mismo, el Plan director contempla la coordinación con todas las administraciones y agentes que actúan en el sector de la vivienda, y dedica una de sus líneas estratégicas al acceso a la vivienda de los jóvenes a través del fomento del alquiler juvenil y el apoyo financiero.
El fomento del régimen de alquiler es el aglutinador de la mayoría de las acciones del Plan, por lo que el exceso de vivienda en régimen de compra se destinará a esta opción o similares. El alquiler se revela como la opción más viable para muchos demandantes de vivienda. Por ello, del presupuesto estimado para lograr los objetivos previstos en el periodo de vigencia del Plan, en total 460.383.933 euros, el 25% irá dirigido a la promoción del alquiler.
Finalmente, el Plan Director contempla actuaciones sobre las viviendas deshabitadas con el objetivo de movilizarlas hacia el alquiler protegido a través de programas como Bizigune y el programa de intermediación en el mercado de alquiler de vivienda libre (ASAP).
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Plan de rehabilitación de edificios y regeneración urbana
El Departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda ha elaborado un Plan de Rehabilitación de edificios y Regeneración urbana, de manera que, al mismo tiempo que se regeneran espacios urbanos, se posibilite también, renovando el parque edificado, aumentar la oferta de viviendas.
Se trata de una política de rehabilitación de edificios y regeneración urbana (de barrios y ciudades), que busca la conservación permanente y la mejora progresiva, y que presta especial atención a la componente social.
Una parte importante del parque edificado de viviendas, cerca de dos terceras partes, presenta necesidades de modernización en aspectos como la accesibilidad, las instalaciones técnicas, la eficiencia energética de su envolvente, las condiciones de habitabilidad y/o de las condiciones de seguridad. Cerca de 80.000 edificios, que albergan unas 326.000 viviendas tienen una antigüedad superior a los 50 años.
El Departamento cree preciso dar una nueva orientación a la política de regeneración urbana, planteando una intervención sistemática coherente y continuada en el tiempo y con el desarrollo de experiencias reales en acciones integradas de regeneración urbana. Es imprescindible revisar los procedimientos administrativos que implican una tramitación complicada y larga; evitar la dispersión de ventanillas y descoordinación entre las diferentes ayudas; resolver la desigual cobertura del territorio; consensuar y debatir sobre el escaso impacto de los instrumentos fiscales; revisar la política de subvenciones por ser excesivamente generalista y el marco legal por la inexistencia o insuficiencia de las herramientas de gestión disponibles.
Por el contrario, la política de rehabilitación cuenta con valores como las Sociedades de Rehabilitación y con una experiencia de 25 años; con una conciencia ambiental creciente o con el reconocimiento de la necesidad de rehabilitación asumido por todos los sectores implicados que convergen con el convencimiento de este Departamento de su imperiosa necesidad.
Porque en la medida en que se consiga alcanzar un nivel de confort y adecuación de la edificación existente a los requisitos exigidos para las nuevas edificaciones, la demanda de viviendas de nueva construcción se verá reducida y reconducida hacia el parque existente.
En este sentido, la propia intervención en medidas como la mejora de la accesibilidad y la mejora de la envolvente térmica, conlleva una significativa reducción en las necesidades de atención socio-sanitaria y dependencia así como una mayor autonomía en las personas mayores que habitan estos edificios.
Además, la intervención en la edificación existente (anterior a 1980) es un objetivo irrenunciable si se asumen los compromisos de reducción en un 20% de emisiones de CO2, reducción de un 20% de consumo energético e incremento en un 20% de utilización de energías renovables para el año 2020.
Pero para ello, no basta con ayudas y subvenciones, es preciso disponer de un marco legal que posibilite la actuación subsidiaria de la administración y de un conocimiento detallado de la situación. Es la razón por la que se han introducido nuevos mecanismos de intervención en el anteproyecto de ley de vivienda.
Así, se establece la Declaración de “necesidad de rehabilitación” sobre edificio, conjunto de edificios o ámbito urbano, el deber de conservación, mejora y rehabilitación por parte del propietario y de la comunidad de vecinos, se permite la ocupación del dominio público, para garantizar la accesibilidad, eficiencia energética, habitabilidad, funcionalidad o seguridad, sin que sean aplicables limitaciones derivadas de los parámetros urbanísticos, se regula la Inspección Técnica de edificios, se establece la Función Social del patrimonio edificado y su incumplimiento faculta la intervención por parte de la Administración, etc.
El coste total de las actuaciones será de 26,66 millones de euros este año y en el período comprendido entre 2010 y 2013 será de 139,83 millones.
El plan prevé que para el cuatrienio entre 2010 y 2013 se cumplan los siguientes resultados:
- En 2011 se rehabilitarán 17.400 viviendas y en el cuatrienio el total de viviendas rehabilitadas será de 70.500, de las que 2.400 tendrán una rehabilitación integral de sus elementos comunes, afectando tanto a la mejora de la envolvente energética como a las condiciones de accesibilidad.
- La reducción de necesidades de nueva vivienda a través de la regeneración se calcula en 8.730 viviendas.
Vivienda vacía
Con estas medidas el Gobierno pretende que los ciudadanos dispongan de una vivienda digna y mejorar así sus condiciones de vida, pero también movilizar la vivienda vacía.
Según los últimos datos de la Estadística de Vivienda Vacía de 2009, elaborada por el Organo de Estadística del Departamento de Vivienda, Obras Públicas y Transportes del Gobierno Vasco, en el año 2009 existían en la Comunidad Autónoma de Euskadi 74.289 viviendas vacías.
A efectos de esta encuesta, la 2ª residencia representa el 40% del total de viviendas clasificadas como vacías. Es decir, 29.511 son viviendas de temporada o de segunda residencia. Por lo tanto, el total de vivienda deshabitada en Euskadi se sitúa por debajo de las 45.000, esto es, el 4,6% del parque censado.
El 17% del conjunto de vivienda vacía está puesto en oferta, tanto en alquiler como en venta, lo que reduce el número de viviendas potencialmente gestionable, esto es, deshabitada pero no puesta en oferta de venta ni alquiler, a aproximadamente 31.000 viviendas. En cuanto a los usos por ámbitos espaciales, cabe destacar que el 21% de las viviendas vacías, 15.623, se ubican en municipios de un tamaño inferior a los 2.500 habitantes y otro 12% lo hace en municipios con una población de entre 2.501 y 10.000 habitantes.
Es especialmente significativo por tanto, el bajo número de viviendas vacías en los grandes municipios y particularmente en las tres capitales. Así, tan sólo el 8,5% de las viviendas vacías, es decir, 13.730 viviendas se halla en las capitales. En Vitoria-Gasteiz (4.674) representan el 4.63 del total de viviendas, en San Sebastián (3.578), el 4,3% y en Bilbao la proporción se reduce al 3,6% (5.519).
Asimismo, el 82% de las viviendas vacías son anteriores a 1985 y de ellas, el 50% es anterior a 1965 y un 25% anterior a 1959.
Son por tanto, viviendas antiguas y, en muchos casos, que no se adaptan a las necesidades actuales, ni a los modelos actuales de familia. Son viviendas por lo general medianas o pequeñas pero con muchas habitaciones. Casi la mitad tienen cinco o más habitaciones, lo que no ayuda a que ni los precios ni los elementos habitacionales se adecuen a la demanda.
Estos datos, por tanto, avalan la política que desde el Departamento de Vivienda se está realizando para impulsar la rehabilitación de vivienda. Se trata de poner en valor los inmuebles existentes, a través de las ayudas y programas de regeneración urbana y accesibilidad, con el fin de hacer atrayentes las viviendas y sacarlas al mercado de alquiler o compra.